La historia de esta mesita de los años 50, comienza como la típica de muchos muebles..... reforma de una vivienda...muebles nuevos ¿como no? ......¡muebles viejos al contenedor de obra!, es un pena pero realmente es así, con la de posibilidades que tienen pero en fin.... así es la vida. Donde unos ven trastos otros vemos posibilidades.....¿o no? porque realmente fue coste cero. Aunque la primera visión, no me dijo nada...realmente es fea, ¡dije para mí!...¡esta no tiene solución!, pero al final después de las dudas decidí llevármela a ver que se me ocurría, estuve dándole vueltas y vueltas y como no lo tenía claro nada, comencé pintándola en gris, con una pintura que tenía de sobra de un trabajo anterior, aquello ya cambió totalmente, tuve una visión, de lo que quería, decidí hacer de ella la pieza mas hermosa con un estilo romántico, ya que me inspiró muchísimo un viaje a Francia que realicé y que me apasionó . Así fue como si de una historia de amor se tratase, ya que no fue un amor a primera vista, pero con el tiempo me enamoró como pasa en muchas historias ......que tienen un final feliz.
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Os explico como realicé esta transformación, de este patito feo a hermoso cisne....¡lo que se puede lograr con pintura....! lo primero fué un trabajo de limpieza, pasando un paño húmedo en solución jabonosa neutra y secar a continuación, ya está la pieza dispuesta para el cambio, después pasé la lijadora, con una lija de grano fino, para un mejor agarre de la pintura, después le apliqué una mano de selladora y tres manos de pintura acrílica gris satinado, en las zonas que muestra la foto.
Dejamos secar la pieza, para poder seguir trabajando en ella aunque estas pinturas son de secado al tacto rápido, siempre dependiendo de la temperatura ambiental, yo esperé 24 horas.
Con una plantilla que diseñé y elaboré yo, sobre cartulina, puedes ver como lo hice aquí .
Hice un estarcido de pintura color gris, sobre el blanco, colocando la plantilla con cinta de carrocero y con una esponja moje sobre la pintura, retiré el exceso de pintura y dando pequeños toques, con suavidad y sin prisas para no estropear el trabajo.
Así me queda el resultado tras retirar la plantilla. Esto ya iba tomando forma y la transformación era ya una realidad.... evidente. Los cajones los pinté por el frente también en color blanco, he hice el estarcido también sobre ellos,con la misma plantilla.
Lo siguiente fué empapelar el interior de los cajones, comencé haciendo una mezcla, de cola para papel, siguiendo las instrucciones del fabricante, lo hice en un tazón ya que usé una mínima cantidad.
Removiendo bien la mezcla de polvo y agua para disolver todos los grumos.
Pasé un paño seco, para estirar, alisar y sacar todas las burbujas de aire, siempre desde el centro hacia fuera.
Coloqué por último, la pieza del fondo, esta de la medida exacta del cajón.
En este paso, se vé muy bien, a lo que hice referencia anteriormente, (lo del centímetro demás), porque al colocar la última pieza, quedará siempre muy bien rematado, incluso si nos hemos quedado escasos de medida, en la pieza del fondo, evitaremos que se vea lo blanco del cajón.
Por último decidí cambiar los tiradores, ya que los suyos, ¡no me gustaban nada!, y utilicé unos que tenía de sobra por casa, los pinté en color gris, dando tres manos y dejé secar.
TRUCO: para pintar estas pequeñas piezas.....que la mayoría de las veces no se pueden apoyar, para sujetarlas yo en este caso utilicé unas tijeras, pero también se puede sujetar con una pinza de la ropa, con unas tenazas, unos alicates.....cualquier cosa que tengamos a mano puede ser válida en este caso utilicé una brocha de esponja que pinta súper bien en superficies de relieve.
La transformación y la magia se hizo posible, y el patito feo se convirtió en un hermoso cisne solo con un poquito de pintura y mucha imaginación.
Espero que os guste y si es así compartáis la entrada y no olvidéis dar a G+1.
Hasta la próxima entrada.
Un saludo muy especial a todos mis lectores.
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